miércoles, 23 de mayo de 2007

El mismo amor, la misma lluvia


Jorge Pellegrini (Ricardo Darin) es un prometedor escritor allá por la década de los setenta. Publica cuentos de tipo romántico en un diario de la capital, pero aspira a algo más. Un buen dia, conoce a Laura, una camarera incorfomista, antigua estudiante de Economía y que se pasa el dia pintando cuadros. Y se enamora. Comienzan una relación que acaba por deteriorarse, por la convivencia y por el afán de Laura de que Jorge mejore en su trabajo, que publique sus cuentos y salga del estancamiento donde se encuentra. En vez de motivar a Jorge, esto le provoca un crisis. Acaban rompiendo.


Asisitiremos en las dos décadas siguientes a los encuentros y desencuentros de jorge y Laura. Mientras que Laura consigue parar quieta en un sitio, centrarse y promocionar en su trabajo, Jorge va en descenso. Cada encuentro con Laura le mueve algo dentro, no ha logrado olvidarla. Solo ellos saben si el destino habrá de unirlos otra vez.


Con un elenco de primera, El mismo amor, la misma lluvia, enlaza esta historia principal con otras tantas a nivel secundario, todo situado en Argentina durante los últimos veinte años: la dictadura militar, el principio de la democracia, la Guerra de las Malvinas, Menem, los años noventa. Eduardo Blanco, asiduo en las peliculas y producciones de Juan José Campanella, el director de la pelicula, borda de nuevo su papel en esta pelicula. Con la conciencia pesada por no ayudar a un amigo cuando le necesitaba, Roberto, su personaje, es un hombre medio, sin muchos méritos, sin muchos logros, pero que quiere de verdad a los suyos, en especial a su gran amigo Jorge, al que ve hundirse por momentos. Blanco no hace más que demostrar que no hay papel que se le resista. Ulises Dumont como Márquez, y un sin fin de desconocidos actores (para nosotros), que hacen que esta pelicula no se tambalee, sino que cobre fuerza en cada escena.


Mención aparte merece el maestro Darin. No se puede ser mejor. Juan José Campanella escribió el personaje de Jorge pensando exclusivamente en el actor, sabiendo en todo momento que lo haría él. Y acertó, porque no se puede no acertar con Ricardo Darín. Natural, espontáneo, tan bueno en todos sus papeles, que éste es uno más a engrosar su lista de grandes papeles.

Soledad Villamil, como la encantadora e indecisa Laura, en una de sus incursiones en el cine antes de participar en el gran éxito de Taratuto, No sos vos, soy yo, tampoco nos defraudará en esta ocasion.


Como curuiosidad, ésta pelicula fue estrenada en España tiempo después del gran éxito, también de Campanella, El Hijo de la novia, que recordemos, estuvo meses en cartel. Lo cierto es que la pelicula que hoy nos ocupa es anterior a ésta, pero su estreno fue posterior. Ricardo Darín aún rodaría otra película con Campanella, Luna de Avellaneda. Y esperemos que queden muchas más, porque el tandem Campanella- Darín siempre es sinónimo de éxito.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Mi hermana es fanatica del cine de Campanella... se hizo con todas en la coleccion esta del pais...
Bueno, cuando me funcionen los acentos te sigo escribiendo...

Phoenicoperus dijo...

Oh, qué mayor se hizo esa niña que me miraba con sus ojitos redondos y llenos de ternura... como un angelito con el pelo rubio cargado de bucles sedosos... sus brazos abiertos... su sonrisa... sus besitos... Sí, ya se hizo muy mayor, y por eso, permíteme mi niña, que esta tu "anciana tía" te haga una crítica constructiva: Si llamas al blog "MI CINE", tal vez debieras mirar las películas un poco más desde adentro, dejar en el papel algo más que un comentario puramente técnico, como podría aparecer en cualquier revista especializada. Estoy convencida que si lo haces así, lo enriquecerás enormemente.De todas formas, me gusta el camino que has elegido corazón, al fin y al cabo, eres tú la que tienes que decidir.

"Es imposible hacer una buena película sin una cámara que sea como un ojo en el corazón de un poeta." Orson Welles

Datos personales

Mi foto
De mi no diré nada, tan solo que tengo tanto amor por el cine como por la vida, quizá porque el cine es, a veces, reflejo de la propia vida. Aqui se hablará de aquellas peliculas que me han llegado, que me han provocado emociones positivas. Asi disfrutad del septimo arte, una de las pocas cosas que nunca se acaban